Alguna vez te has preguntado, ¿qué sabemos sobre el placer y el orgasmo de las mujeres? Desde hace ya mucho tiempo, fueron religiosos, juristas, médicos, psicoanalistas, psicólogos y sexólogos (por mencionar sólo algunos), quienes trataron de abordar este fenómeno, suponiendo que podían explicar en qué consistía la vida sexual de los individuos. Por Priscila Saucedo García 

Hubo también aquellos que motivados por intereses económicos (como la industria farmacéutica), privilegiaron explicarlo mediante cuestiones de carácter fisiológico, tal es el caso masculino del proceso de “excitación-erección”. Han sido mínimas las investigaciones patrocinadas por laboratorios en torno a la ausencia de orgasmos o la disminución del interés sexual de las mujeres, aunque éste sea uno de los principales motivos de consulta sexológica indicado por ellas. 

Si consideramos al orgasmo como el único indicador de la salud sexual incurrimos en un error. Debemos tomar en cuenta varios aspectos: la estructuración del deseo, la erotización del cuerpo, la valoración de la participación en actividades masturbatorias o actividades sexuales compartidas y la decisión de concluirlas o no con orgasmos; son aspectos a los que se les ha restado importancia o han sido minimizados.

¿Cuál es tu relación con el cuerpo? ¿Cómo disfrutas del erotismo? ¿En solitario o en compañía? ¿Te consideras conocedor de tu cuerpo? ¿Sabes cuáles son tus zonas más sensibles? En nuestra sociedad la capacidad de sentir placer coexiste con ideas negativas de ciertas zonas y la prohibición de explorarlas. Sobre todo no cabe la acción de proveernos placer a nosotros mismos, existe un rechazo, una lucha por postergar tal deseo. El suprimir, apartar o aplazar la búsqueda autónoma del placer es una constante que prevalece hasta las primeras experiencias sexuales en pareja. 

La postergación de sensaciones y el inicio de relaciones con otras personas, ese tránsito hacia el "inicio de la vida sexual", ¿de qué depende o a qué responde? Podría ser a tus necesidades como mujer, a las de tu pareja o las de otros; a la presión social; para disfrute y satisfacción del otro. 

Las actividades sexuales centradas en el coito en general son prácticas deficientes en la generación de placer y eficaces en la promoción de frustración o malestar en las participantes. Contrariamente a lo que se cree las relaciones coitales no garantizan vivencias placenteras y debido a la ausencia del autoerotismo, el acceso al placer continúa excluido.

 

¿Placer para qué o para quién?

La búsqueda del placer implica el interés por explorar y sentir el cuerpo, la toma de decisiones, el acercamiento al cuerpo no exclusivamente a zonas erógenas y la ya innecesaria presencia "del otro" para sentir. 

Las experiencias de abuso sexual y la violencia conyugal tienen repercusiones en la autoimagen, la relación con el cuerpo y el erotismo. Son hechos que marcan la vivencia de las relaciones sexuales, puesto que se establece un vínculo entre éstos y los contactos sexuales actuales. Como consecuencia, actividades que podrían resultar placenteras se convierten en experiencias desagradables que generan angustia, culpa, confusión y miedo. 

El placer como experiencia desconocida se vive con miedo y se interpreta como algo indebido, generando sensaciones de malestar. Además el reconocimiento del placer es censurado por algunas personas ante el temor de no ser capaces de controlarse, perdernos,  enloquecer.

Reflexiones sobre estas ideas y más podrás encontrar en el libro Placer y orgasmo en mujeres jóvenes: construcción de sus significados de Ricardo García Jaime, fruto de una investigación sobre si la búsqueda del placer está orientada a la autosatisfacción o a la satisfacción de otros, los significados que otorgan las mujeres a la vivencia del orgasmo, si su importancia deriva de inquietudes propias o es una necesidad creada por factores externos, y si en la vivencia del orgasmo tienen mayor importancia las sensaciones físicas o los aspectos subjetivos; temas todos que son en sí mismos una invitación para leer este libro de reciente aparición dentro de la colección Horizontes Educativos del Fondo Editorial de la Universidad Pedagógica Nacional. Disponible en la librería Paulo Freire.